Ataque en Gaza
Por: Jessica Woolrich
Aún cuando el conflicto entre palestinos e israelíes en la franja de Gaza es una constante, y a veces, desafortunadamente uno parece haberse acostumbrado a ciertas noticias desgarradoras que surgen desde esa zona, nada nos había preparado para la serie de ataques que tomaron por sorpresa a Israel y en general al mundo, y por esa razón desde que el pasado sábado 7 de octubre comenzaron a darse a conocer las primeras versiones y los atroces videos fueron poco a poco inundando las redes sociales, la comunidad internacional levantó la voz en un grito de dolor e indignación ante los ataques perpetrados por Hamas, el grupo extremista palestino en contra de ciudadanos israelíes, los cuales se encontraban desprevenidos en medio del Shabbat, así como en contra de un grupo de jóvenes de todo el mundo que se habían congregado en el desierto para asistir al festival de música “Nova” y que vieron sus vidas en peligro debido a los cohetes que Hamas lanzó en su contra.
Si bien el grupo islamista desde hace un tiempo venía enfrentándose contra el ejército de Israel, nunca antes había enfocado por completo sus ataques contra la población civil, de esa manera, lo que evidentemente ocasionó es que los líderes mundiales se unieran para exigir un alto al fuego, y que incluso provocaran que Estados Unidos enviara un portaaviones y equipos y recursos para apoyar al ejército de Israel, quien ha respondido con todo su poderío militar ante lo sucedido y le ha pedido a sus ciudadanos se mantengan encerrados, sobre todo porque cualquier civil está en riesgo extremo de ser secuestrado o asesinado, como ha ocurrido con los más de 600 israelíes que han perdido la vida en una de las jornadas más violentas en su historia.
Claro está que como en todo, y cómo en cualquier guerra hay variedad de versiones y muchas de ellas se contradicen, algunas culpando a lo sucedido a Israel, y otros tantos a Palestina, la realidad es que como en todo una sola versión difícilmente cubrirá la totalidad de un conflicto que tiene décadas en aumento, y para el que aparentemente no existen soluciones pacíficas que puedan ayudar a que ambos pueblos convivan en paz, no importan los diálogos , ni el Acuerdo de Oslo impulsado en su tiempo por Isaac Rabin y Yasser Arafat, quienes en su momento hicieron historia por aparentemente conseguir una tregua que nunca llegó a las calles, porque los enfrentamientos continuaron, y hoy la sangre corre libremente por Jerusalén, y seguramente el derramamiento continuará, porque aparentemente ninguna de los involucrados está dispuesto a cambiar las armas por los lazos, quizás por miedo y rencor, porque como bien dijo Gandhi; “La violencia es el miedo a los ideales de los demás”.