INTERNACIONAL

El éxodo palestino

Gaza. Las fuerzas israelíes luchaban ayer contra militantes de Hamas entre edificios en ruinas en el norte de la franja de Gaza, acercándose cada vez más a los grandes hospitales de Al Shifa y Al Quds, mientras miles de palestinos huían hacia el sur por un peligroso camino, donde sorteaban tanques y cadáveres insepultos junto con los bombardeos sin tregua.

Israel ordenó nuevamente ayer a los residentes que evacuaran del norte de Gaza. Sin embargo, muchos permanecen en la zona, mientras a su alrededor se libran batallas terrestres y continúan los ataques aéreos desde Tel Aviv.

Las tropas de Benjamin Netanyahu estaban a 3 kilómetros del hospital Al Shifa, en el centro de la ciudad de Gaza, indicó su director, Mohammed Abu Selmia. En el nosocomio, desbordado por la constante llegada de heridos, están hacinadas cientos de familias en tiendas de campaña.

Según el ejército israelí, el principal centro de mando de Hamas está dentro y debajo del complejo hospitalario de Al Shifa, y los altos cargos del grupo insurgente se esconden allí, utilizando las instalaciones como escudo. Tanto el movimiento islamita como el personal del centro niegan esa acusación y sostienen que el ejército busca un pretexto para atacarlo.

Miles de gazatíes, que caminaban entre tanques israelíes y cadáveres por un paso fronterizo para salir de la ciudad cercada de Gaza, relataron que temían una nueva Nakba (catástrofe, en árabe), que significó su expulsión masiva tras la fundación de Israel en 1948.

Los enfrentamientos y bombardeos en torno a la carretera principal Salah al-Din, la única vía de escape para los civiles que huyen de un asedio cada vez más intenso, continuaban lo que pone en peligro a los desplazados, indicó la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.

¿Cómo se ven las cosas detrás de nosotros? Destrucción y muerte. Salimos con miedo, relató una mujer que se identificó como Um Hassan. Somos el pobre pueblo palestino cuyas casas fueron destruidas, dijo, lo que calificó como una segunda Nakba. La guerra de 1948, cuando los palestinos huyeron o fueron expulsados de sus hogares, está tatuada en su memoria colectiva. Muchos han expresado su temor a que, si ahora se les obliga a abandonar sus hogares, al igual que a sus antepasados, nunca se les permita regresar.

Comparte en redes sociales