COLUMNISTAS

Los hermanos caradura

Por Aurelio Contreras Moreno

Uno de los cotos de poder más fuertes y dañinos para Veracruz en este sexenio fue el Congreso del Estado de Veracruz, donde durante dos legislaturas hicieron y deshicieron a su antojo dos impresentables: el presidente de la Junta de Coordinación Política Juan Javier Gómez Cazarín y el secretario general del Poder Legislativo Domingo Bahena Corbalá.

En un pacto de complicidad, condujeron de manera errática e ignorante al Poder Legislativo durante todo el sexenio y las consecuencias están a la vista: ha sido el Congreso veracruzano al que mayor número de leyes le han invalidado por inconstitucionales. Un récord que difícilmente se superará.

Gómez Cazarín y Bahena Corbalá actuaron en un tándem de complicidades que le permitió al primero controlar por completo el Poder Legislativo estatal durante seis años, en los cuales corrompió a cuanto diputado o diputada se dejó “seducir” por quien de ser ex vendedor de autos usados en Coatzacoalcos, pasó a convertirse en otro próspero casateniente de la muy “honesta” “cuatroté” a la veracruzana, en connivencia con algunos de esos legisladores a los que llenó de privilegio$ en todo este tiempo.

Bahena Corbalá no desaprovechó su oportunidad tampoco. El ex panista usó sus influencias para cometer abusos despreciables en su borrachera de poder. Como el que perpetra en contra de una mujer nonagenaria a la que pretende despojar de un inmueble del que hace casi seis años no le paga la renta.

Desde el verano de 2018, Domingo Bahena dejó de cubrir sus obligaciones por el arrendamiento de un inmueble que usa como bodega en la colonia Rafael Lucio en la ciudad de Xalapa, el cual ocupa desde que fue diputado local y en donde hasta material del Congreso de Veracruz se almacena.

El político fue llevado a juicio por su negativa a pagar, mismo que se encuentra radicado en el expediente 681/2018 en un juzgado de la capital de Veracruz, proceso en el cual evitó por todos los medios ser notificado, llegando incluso a amenazar y agredir al personal del Poder Judicial encargado de las diligencias.

Pero la suerte estaría por acabársele. En la Gaceta Oficial del Estado, en sus ediciones 167 y 169 de la semana pasada, se publicaron los edictos para notificar legalmente al deudor de una mujer adulta mayor a quien ni los servicios de agua y energía eléctrica ha cubierto en 60 meses, que pero sí tiene tiempo y dinero para promover a sus candidatas Rocío Nahle y Claudia Sheinbaum.

En el edicto publicado por el Poder Judicial, en forma clara la autoridad le mandata a Bahena la desocupación y entrega del inmueble, el pago de las rentas y otras prestaciones. Pero éste ha seguido haciendo caso omiso, pues pregona tener de su lado a jueces y magistrados, al Poder Legislativo y a autoridades de seguridad y procuración de justicia.

Sin embargo, legalmente ya está notificado a través de los edictos referidos. Y la actual Legislatura está por llegar a su fin en unos pocos meses. Lo cual también tiene presente Gómez Cazarín, que con la ayuda de Bahena está operando para dejarle una “herencia” al siguiente Congreso.

Este fin de semana, trabajadores del Poder Legislativo denunciaron que Gómez Cazarín busca entregarle plazas a 30 de sus actuales colaboradores. Entre ellos, a un cercano operador, Enrique Navarro Padilla, alias “El Tortas”, señalado por cobrar “moches” a ayuntamientos del sur de Veracruz e implicado en el fraude de la refresquera “Coyame” en Lerdo de Tejada. Actualmente funge como titular de la Dirección de Asistencia Técnica Legislativa del Congreso del Estado de Veracruz.

El resto son incondicionales de Gómez Cazarín en direcciones, jefaturas de área, asistentes administrativos, equipo de seguridad y hasta las edecanes del Congreso, a quienes de acuerdo con lo denunciado, pretende dejarles una plaza de categoría “Q”, con un sueldo de casi 40 mil pesos más compensaciones. Y para ello cuenta con el apoyo de Domingo Bahena, quien tiene bajo su responsabilidad toda la cuestión administrativa.

Así se las gastan estos “hermanos caradura”. Sin agraviar a los Blues Brothers.

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