ECONOMÍA

Autoridades del BCE ven margen para bajar tasas este 6 de junio

Los mercados sólo prevén un recorte más este 2024, mientras que al inicio del año esperaban hasta seis descensos.

El Banco Central Europeo (BCE) tiene margen para recortar las tasas de interés a medida que la inflación se desacelera, pero debe tomarse su tiempo para relajar su política, incluso aunque la dirección de la marcha ya esté clara, dijeron ayer varias autoridades monetarias.

El BCE, prácticamente, ha prometido un recorte de tasas para el 6 de junio, por lo que el debate se ha trasladado a las medidas posteriores y a la velocidad en que se producirán, mientras los mercados han reducido sus expectativas apostando por un recorte más este año.

“Salvo sorpresa, el primer recorte de tasas en junio es un hecho, pero después tenemos varios grados de libertad”, afirmó el jefe del banco central francés, François Villeroy de Galhau, al diario alemán Boersen Zeitung.

Villeroy no abogó por un rápido seguimiento, pero reprendió suavemente a colegas como Isabel Schnabel, miembro del consejo, que ya debate una pausa tras el paso inicial.

“¿Por qué, si (vamos) reunión a reunión y en función de los datos?”, se preguntó Villeroy. “No digo que debamos comprometernos ya en julio, pero mantengamos nuestra libertad sobre el calendario y el ritmo”.

El economista jefe del BCE, Philip Lane, adoptó una postura más comedida, pero advirtió que una relajación demasiado tardía podría situar la inflación por debajo del objetivo, lo que obligaría a la entidad a apresurarse con los recortes de tasas.

Mantener las tasas demasiado restrictivas durante demasiado tiempo podría situar la inflación por debajo del objetivo a medio plazo (…) Esto requeriría una acción correctiva a través de una posterior aceleración en los recortes de tasas que podría incluso requerir tener que descender a niveles inferiores a los neutrales”, dijo Lane en Dublín.

En la actualidad, los mercados sólo prevén un recorte más de réditos este año tras la medida inicial de junio, lo que supone un gran retroceso en comparación con el comienzo del año, cuando se esperaban hasta seis descensos.

Aun así, Lane insistió en que la desinflación está en marcha y, aunque las cifras de crecimiento de los precios podrían ser irregulares en los próximos meses, las tendencias siguen en línea con las proyecciones del banco, que sitúan la inflación de nuevo en el objetivo del BCE, de 2%, en el 2025.

Villeroy dijo que esto podría permitir al BCE relajar aún más su política y que las expectativas de que su tasa de depósito, ahora en 4%, podría establecerse en 2%, no eran descabelladas.

“Disponemos de un margen significativo para recortar las tasas (…) Desde la perspectiva actual, mi sensación es que las expectativas del mercado sobre nuestra tasa terminal no son descabelladas”, afirmó.

En declaraciones al Financial Times, Lane también indicó que las autoridades del BCE deben mantener las tasas en territorio restrictivo durante todo el año y que es necesario avanzar más en materia de inflación.

“Pero dentro de la zona de restrictividad podemos movernos algo a la baja”, afirmó.

Tanto Lane como Villeroy coincidieron en que el reciente aumento del crecimiento salarial negociado no es preocupante.

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