INTERNACIONAL

«Migración, fuente de todo mal en EU», el coro republicano

Los inmigrantes y todo lo que cruza la frontera abierta con México son la fuente de todo mal en Estados Unidos, fue el mensaje en el segundo día de la Convención Nacional Republicana y es lo que resalta uno de los ejes principales de la campaña electoral del candidato –y poeta– Donald Trump.

La arena estalló con la famosa consigna de Construyan el muro en intermedios entre oradores que enfatizaron la aparente gran vulnerabilidad existencial de este superpoder en su frontera sureña y el gran peligro que representan quienes la cruzan.

El senador Ted Cruz, de Texas, declaró ante la convención: “estamos enfrentando una invasión en nuestra frontera sureña… 11.5 millones han cruzado ilegalmente nuestra frontera”, dando a entender, falsamente, que ingresaron durante la presidencia de Joe Biden. Cruz ofreció historias de las víctimas de criminales inmigrantes indocumentados, repitiendo que “cada día nos están asesinando, violando e impulsando la esclavitud sexual… Todos los malditos días”.

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, repitió ese tipo de acusaciones y las consecuencias de fronteras abiertas que dejan ingresar a millones de inmigrantes.

“Si llegaste de manera ilegal bajo Joe Biden, serás regresado bajo el presidente Trump”, declaró Jim Banks, candidato ultraderechista al Senado por Indiana.

“Millones de extranjeros ilegales cruzan nuestras fronteras; ellos ondean banderas de Hamas en nuestras universidades”, acusó el candidato al Senado por Virginia, provocando una respuesta del público coreando USA, USA, como Hung Kao, hijo de refugiados de Vietnam.

Brick Man, quien se viste con un traje con imágenes de ladrillos para promover la construcción del muro fronterizo de Trump, daba vueltas dentro de la convención, ofreciendo entrevistas.

El desfile de oradores –ex precandidatos a la vicepresidencia, candidatos a puestos legislativos y figuras reconocidas del partido– compitieron por ofrecer un mensaje combinando de qué tan mal está el país invadido por migrantes criminales y drogas mexicanas con un mensaje de que la última esperanza es el retorno del casi mártir para rescatar al país.

Biden, títere de la izquierda

De vez en cuando, el guion varió del enfoque sobre migrantes a otras amenazas, como el socialismo. El presidente de la Cámara Baja, Mike Johnson, declaró ante la convención que la izquierda está buscando imponer una utopía marxista socialista en Estados Unidos, y que Trump nunca permitirá tal cosa. DeSantis acusó que Biden es sólo un títere de la izquierda e insinuó que Bernie Sanders es el titiritero.

Johnson insistió en que los republicanos somos el partido de ley y orden, aparentemente decidiendo ignorar que el candidato presidencial de ese partido es hoy día un criminal convicto.

Y mientras denunciaban la falta de ley y orden y acusaban a los migrantes de ser criminales, los republicanos ofrecieron el podio a delincuentes que participaron en el intento de golpe de Estado impulsado por Trump en enero de 2021 e invitaron a su convención a otros que han sido acusados criminalmente de fraude, conspiración y de fabricar documentos falsos, entre otros delitos.

De hecho, ayer la primera sesión de esta convención fue iniciada con el juramento de lealtad a Estados Unidos encabezada por Debbie Krauldis, quien participó en el mitin que culminó en el asalto al Capitolio, reportó el Washington Post.

Una y otra vez, los oradores afirmaron que todos los males, del ingreso de migrantes, el crimen, las drogas cesarán, mágicamente al parecer, el día que Trump sea electo presidente.

Trump, por segunda noche, entró al ritmo de la canción YMCA (un himno gay de los 70), a la arena para sentarse en el palco VIP y absorber las olas de elogios y tributos con una sonrisa de monarca.

Pero también los republicanos buscan más votos con este espectáculo, y este martes lograron ofrecer la imagen de unidad partidaria con la presencia de la ex precandidata presidencial republicana Nikki Haley, que ensalzó al candidato. Declaró que uno no tiene que estar de acuerdo con Trump 100 por ciento del tiempo para votar por él. Yo no lo estoy, y subrayó que tenemos un país que salvar votando por Trump.

Otro ex contrincante republicano y que ahora buscaba ser nombrado su vicepresidente, el senador por Florida Marco Rubio, repitió los temas de la noche, restablecer la seguridad en casa y en el extranjero y hacer “América grande otra vez”. Por cierto, todos los principales líderes republicanos han llegado aquí para someterse al reino de Trump con la excepción de uno: su ex vicepresidente Mike Pence, cuyo ahorcamiento fue exigido por los fanáticos desatados por el entonces presidente para descarrilar la elección, ya que el vicepresidente rechazó la orden para interrumpir el proceso constitucional.

Tal vez el orador más elocuente fue un bulldog, que sólo miró al público sin ofrecer ninguna desinformación ni atacó a ningún inmigrante. Subió al podio al lado de su amo, el gobernador de West Virginia, Jim Justice, político que ha enfrentado múltiples multas y cargos criminales por corrupción (no se atrevió a culpar a un mexicano de sus problemas legales).

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