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La paja en el ojo ajeno

Por: Ricardo Homs

La noticia de que de enero a octubre de este año el Gobierno Federal destinó el 50.6 % de lo recaudado en impuestos para pagar el costo financiero del sector público, así como pensiones y jubilaciones, describe nuestra realidad. De este porcentaje total el 28.3% se dedicó a pagar pensiones y jubilaciones y el 22.4 % a pagar intereses de la deuda pública.

Esto significa que el incremento de las pensiones de los trabajadores que el presidente López Obrador impulsó en 2024 para que llegasen a cubrir el 100% del último salario, -pero sin tener asegurado el origen del dinero que financiaría estos incrementos-, es una bomba de tiempo que puede poner en riesgo la estabilidad financiera del país.

La reforma a la Ley de Pensiones del 2024 propiciada por López Obrador, -que incluye la creación del nuevo Fondo de Pensiones para el Bienestar-, evidentemente tuvo un objetivo electoral, pues se basó en supuestos, -como lo era la extinción de fideicomisos para apropiarse de ellos-, así como también tomar el dinero aún no reclamado en los sistemas de ahorro para el retiro por sus propietarios de mayor edad, además de otras fuentes que no terminaron concretándose pero sirvieron como espejismo frente al pueblo para legitimar las reformas a la ley que se estudiaban en el Congreso.

Si a esto añadimos las altas pensiones de PEMEX,-paraestatal quebrada financieramente, sin poder cubrir este tipo  de compromisos laborales con sus propios ingresos-,  y de CFE , con graves problemas económicos, así como las de los trabajadores del IMSS y del ISSTE y otros organismos, vemos que todo queda incluido en las erogaciones que termina asumiendo la SHCP, lo cual se incrementará en el futuro porque el índice de longevidad y expectativa de vida han aumentado, con lo cual se irán sumando más personas que recibirán su pensión durante más tiempo.

Por otra parte, hay indicadores de que ha aumentado la deuda del país, lo cual siempre fue negado por López Obrador. Esto significa más pago de intereses. Si no fuese así ¿Por qué se destinó el 22.4% de lo recaudado para pagar deuda pública? Muy alto el porcentaje.

Esperemos que esto no lleve a corto plazo a un incremento en el porcentaje de impuestos que pagamos los ciudadanos, para poder solventar este déficit creciente.

Continuamente y de forma obsesiva en la 4T se habla de ahorros presupuestales, combate a la corrupción y presupuestos altos.

Sin embargo, detrás de estas financieras declaraciones, como son la discusión innecesaria del presupuesto solicitado por el INE para llevar a cabo las elecciones para cargos del Poder Judicial, -tema que escaló hasta la presidencia de la república y la presidenta Sheinbaum exigió públicamente un desglose detallado de los gastos que se harán en el INE-, así como las discusiones también públicas entre el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, -Adán Augusto López-, y el actual líder de la bancada de MORENA en la Cámara de Diputados, y anteriormente senador de la república, -Ricardo Monreal-, por gastos excesivos en el Senado.

En contraste, nadie de las bancadas de MORENA en el Congreso menciona el excesivo presupuesto que se entregó a las Fuerzas Armadas para el Tren Maya, -entre otras obras-, sin que hayan transparentado los gastos ni hayan dado cuenta de ello.

La vocación administrativa de la 4T manifiesta muchas inconsistencias, empezando por explicar por qué un gobierno con vocación social y humanista privilegie los ahorros sobre las necesidades de los mexicanos y además, su obsesión por exhibir la “paja en el ojo ajeno”, y no la viga en el propio.

Pareciera haber un objetivo de distracción colectiva discutiendo por centavos, mientras se esconden con opacidad grandes presupuestos ejercidos en las obras realizadas por “capricho” durante el sexenio pasado.

¿A usted qué le parece?

 

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