Acapulco: demandan frenar descargas de aguas residuales a laguna Tres Palos
Habitantes del fraccionamiento Marina Diamante demandaron la intervención de los tres niveles de gobierno para terminar con la descarga de aguas residuales a la laguna de Tres Palos, que suma más de 10 años, debido al nulo funcionamiento de la planta tratadora de aguas residuales de dicho complejo residencial.
Vecinos exigieron que las autoridades verifiquen la legalidad del grupo de personas que dice tener la representación de la administración de los condominios, a través de la asociación Bienestar Metropolitana, los cuales fueron construidos a un costado de la laguna de Tres Palos hace alrededor de 20 años, lo que les ha permitido realizar todo tipo de trámites oficiales ante la autoridad, sin corregir las deficiencias del fraccionamiento, en el que viven unas 3 mil familias.
Los pobladores insistieron que desean visibilizar la problemática para que las autoridades intervengan y terminen con esa fuente de contaminación de la laguna de Tres Palos, además de recalcar que los condominos no tienen responsabilidad en el vertimiento de fluidos sin tratar al cuerpo lagunar, lo cual también ocasiona problemas para la salud.
Además, advirtieron que la descarga de aguas negras es constante y se intensifica durante las noches, lo cual ocurre desde hace casi 15 años con diferente intensidad.
En las inmediaciones de la supuesta planta de tratamiento de aguas residuales impera el mal olor a varios metros a la redonda, así como riachuelos de líquido negro que se acumula y forma un caudal más fuerte, el cual fluye a lo largo de unos 500 metros, a través de la zona exterior del muro perimetral del fraccionamiento, con dirección a la laguna, a cielo abierto.
En algunos casos, habitantes manifestaron que no tenían conocimiento de esa irregularidad, pues el punto negro se encuentra en el exterior del conjunto de viviendas.
Uno de los propietarios, Omar Ávila, expresó que la planta tratadora de aguas residuales fue clausurada en marzo pasado, tras una revisión de la Dirección de Ecología municipal, por vertimiento a la vía pública, debido a lo cual la autoridad llevó a cabo la clausura simbólica de la planta tratadora y la clausura parcial de fraccionamiento.
Sin embargo, la administración de los condominios solicitó un amparo para retirar los sellos de clausura con el argumento de que el acceso a las viviendas no fuera obstaculizado.
En conferencia de prensa y recorrido, los quejosos insistieron que quienes toman las decisiones se ostentan como representantes legales del fraccionamiento, pero no cumplen con las leyes condominales, por lo que pidieron a la autoridad verificar la validez de su representatividad, pues deciden sin informar y sin tomar en cuenta a la totalidad de los residentes, e incluso, tienen la intención de construir mil 800 departamentos más, adicionales a los 3 mil 200 existentes en el conjunto de casas.
Los propietarios subrayaron que «a la planta nunca se le ha dado mantenimiento, el fraccionamiento no quiere estar en la lista negra que abona a la contaminación, hacemos un llamado a las autoridades municipales, estatales y ambientales».
Otro de los residentes, Marco Antonio Guzmán, recordó que este problema se originó entre 2015 y 2017, cuando las aguas negras regresaban a algunas partes del fraccionamiento.
Expresó que «supuestamente en ese entonces echaron a andar la planta de tratamiento», pero como el proyecto para el manejo de aguas negras quedó inconcluso, se conectaron de manera provisional a la laguna de tres palos, lo cual es admitido por los propios administradores en un comunicado emitido a los propietarios el martes.
Los habitantes cuestionaron «¿si la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco recaudaba los recursos por concepto de drenaje y saneamiento porque no se aplicaban esos rubros?».