COLUMNISTAS

CNN quiere sangre peruana

 

Por José García Sánchez

La cadena televisiva CNN ha transformado las transmisiones de sus noticias en una trinchera del conservadurismo más salvaje, lo cual no sorprende, pero no deja de indignar y denunciar que sus prácticas “informativas” están muy lejos de ser periodismo.

En días pasados el locutor mexicano Fernando del Rincón, quien tiene experiencia en nota roja y amarilla, entrevistó al ex presidente de la Asamblea de Perú, Diego Gonzales Posada, quien al aire solicitó la intervención del ejército peruano para que disparara contra los manifestantes a quienes denomina agentes pagados por Evo Morales y sus cómplices como Andrés Manuel López Obrador, de México y Alberto Fernández, de Argentina. A la CNN sólo le falta disparar contra los manifestantes peruanos, su esquema colonialista de dar cuenta de los sucesos del mundo los está dejando sin rating.

La encendida actitud de este personaje extraído del golpismo cavernario, fue azuzada por el entrevistador, quien le pedía repetir una y otra vez que los niños, mujeres y ancianos, estudiantes y hombres adultos que protestan contra el golpe de estado eran delincuentes pagados por los comunistas internacionales.

Fernando del Rincón echaba a ladrar a su perro de pelea, justificando la represión y ponderando las pérdidas de los comercios y las empresas de un Perú con economía en estado de podredumbre. La gente en ese país despertó luego de un breve mandato de casi cinco meses, del defenestrado Pedro Castillo, quien destituyó la Asamblea en pleno uso de sus atribuciones.

La actitud de los medios en toda América Latina es muy similar a la de CNN, que se radicalizó con la entrevista del troglodita Gonzales Posada, a quien le dieron más de media hora al aire, para que repitiera una y otra vez que Dina Boluarte era la auténtica presidenta de Perú y casi una heroína, a quien debe defender el Ejército a sangre y fuego.

 

 

Un día antes la Policía Nacional de Perú allanó con tanques y armas largas el campus de la Universidad Mayor de San Marcos, en Perú, porque los estudiantes tomaron el plantel para albergar a los peruanos que llegaba del interior del país a las protestas. Representantes de otras tantas comunidades que otorgaron la responsabilidad de llevar la voz de inconformidad a la gran marcha nacional.

En la Universidad, mujeres, niños, ancianos, líderes naturales encontraron no sólo techo sino agua y alimento que los estudiantes conseguían de la gente voluntariamente por en ese país la gran mayoría está contra el golpe de estado que encabeza la genocida Dina Boluarte. Lo primero que hizo la policía fue echar por tierra los alimentos que los estudiantes proporcionaban, así como el agua y la comida de los niños que ahí se encontraban.

Al mismo tiempo, la policía buscaba en las casas de las cercanías de la universidad y en el centro de Lima, libros de Marx, Lenin y Stalin, para ser decomisados y posteriormente se quemados como lo hiciera Hitler en la Alemania nazi, Pinochet en Chile, y el PAN en Chihuahua.

Ese es el diálogo del que habla la golpista Dina Boluarte que seguramente será juzgada por su pueblo, porque la historia ya la colocó como una represora asesina por unos cuantos dólares dela oligarquía peruana y estadounidense.

 

LA GRAN REPRESIÓN 

La insistencia del ex canciller Gonzales Posada, cómplice de empresas extranjeras como Odebretch, tiene un problema para los derechistas conservadores, que buena parte de los militares podrían, ahora sí, apoyar a la población y en lugar de reprimir hasta la muerte, a la población darían un golpe de Estado contra la usurpadora.

El pequeño grupo en el poder de Perú le teme al ejército, de otra manera no hubiera dudado en enfrentarlo al pueblo. Preferiría echar mano de mercenarios o de un ejército de élite que al estilo de los kaibiles de Guatemala, está entrenado para asesinar a sangre fría.

Pero La desesperación por calmar los ánimos en el país sudamericano de Diego Gonzales, le soltó la lengua más allá de los que todo el público de las amañadas noticias de CNN, hubieran deseado. Más aún con la incitación al ataque del locutor mercenario que se engolosinaba cada vez que el entrevistado afirmaba que los manifestantes eran vándalos a sueldo.

La labor de la prensa convencional de América Latina, la complicidad de los fascistas de la región, la rebelión de los antidemocráticos, es común en todos y cada uno de los pueblos, sin excepción, No son simples coincidencias, forman parte de una estrategia que no está excluida ninguna democracia ni un solo ciudadano a salvo.

 


 

Twitter: @Josangasa3

 

 

 

 

 

 

 

 

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