En Filipinas, hijo de dictador “Bongbong” Marcos gana elecciones
Filipinas. Bongbong Marcos, hijo del dictador Ferdinand Marcos, logró una victoria histórica y aplastante en las elecciones presidenciales celebradas este lunes en Filipinas, según el recuento provisional con más del 96% de los votos escrutados.
Marcos, de 64 años, sumaba ya más de 30.5 millones de votos, doblando en sufragios a su más próxima perseguidora, Leni Robredo, con 14,5 millones de votos, de acuerdo con el recuento rápido y no oficial de la Comisión Electoral.
De confirmarse, estos números supondrían la vuelta al poder de la familia Marcos y la primera victoria con mayoría absoluta desde que el patriarca fuera expulsado del poder en 1986 tras una revolución popular pacífica que acabó con un régimen déspota y corrupto de 21 años que dejó, al menos, 3.257 personas ejecutadas de manera sumaria, miles de torturados y unos 10.000 millones de dólares expoliados del erario público.
Si somos elegidos, espero que no se cansen de ayudar. Que su confianza no se desvanezca porque tenemos mucho que hacer por nuestro futuro», dijo Bongbong Marcos durante un discurso de agradecimiento emitido este lunes por la noche en su perfil oficial de Facebook.
Nada más conocerse los primeros sondeos, cientos de simpatizantes de Bongbong, como es conocido Marcos desde pequeño en Filipinas, salieron a las calles en Manila para celebrar los resultados.
INÉDITO
El próximo presidente jurará el cargo el próximo 30 de junio por un termino único de seis años.
Todas las encuestas avanzaron desde el principio de la campaña que Marcos, que ha evitado los debates electorales y las entrevistas incómodas, era el favorito para sustituir a Rodrigo Duterte en la presidencia de Filipinas.
Bongbong inició su carrera política con 23 años como vicegobernador de Ilocos Norte, el feudo familiar, aunque tuvo que exiliarse junto con su familia en 1986 hasta su vuelta en 1991.
De ratificarse su abrumadora victoria, estas serían las primeras elecciones en tres décadas en las que un candidato a la presidencia gana por mayoría absoluta en Filipinas, donde solo se necesita más votos que cualquier otro para hacerse con la jefatura de Estado.