COLUMNISTAS

Agresión contra la periodista Claudia Guerrero

 

Por Ángel Álvaro Peña

La obsesión que guarda la actual administración de Veracruz tiene en el centro de la línea de fuego a las mujeres. Sin más causa que la personal. En menos de una semana la gente del gobernador y éste han arremetido contra dos mujeres con acusaciones que no están sustentadas en la ley, y que muy a su estilo de detener y luego averiguar, ha hecho contra la jueza Angélica Sánchez, luego de que fuera detenida el viernes en la Ciudad de México, según informó la Fiscalía General de Veracruz.

Es señalada como presunta responsable de los delitos contra la fe pública y tráfico de influencia, por lo que la jueza se acogió a la duplicidad del término constitucional, la audiencia en la que se resuelva su situación jurídica se llevará a cabo el miércoles 21 de junio.

La jueza es acusada de liberar a un delincuente; sin embargo, no existen pruebas de esta acusación. Por ello fue liberada en un principio y se le aprehendió nuevamente en la capital llevándola al Penal de Pacho Viejo.

La jueza estaba amparada contra cualquier detención y a pesar de ello, se la llevaron personas vestidas de civil, sin identificarse, y con lujo de violencia. Lo condujeron a la Procuraduría Antisecuestros, inexplicablemente. Lo mismo ha sucedido en diferentes ocasiones como a varias personas cuyos delitos no son otros que no coincidir con la forma de gobernar de Cuitláhuac García Jiménez, el caso más reciente es de una periodista que es un ícono de la comunicación en el país y que ha luchado por la libertad de expresión desde hace años: Claudia Guerrero.

Se pretende vincular a la periodista con un caso policiaco: el asesinato del líder cenecista Juan Carlos Molina Palacios, ocurrido cerca de su rancho, en Santa Rosa en Jamapa, ubicado en el municipio de Medellín de Bravo, a principios de noviembre de 2019, motivo por el cual Claudia Guerrero fue citada a comparecer en carácter de investigada para el próximo martes 20 de junio, en una acción por demás persecutoria, todo esto sucede después de casi cuatro años de haberse cometido el homicidio.

Este hecho es un testimonio más a la manipulación que ejercen algunos sobre el gobernador, a quienes le imponen acciones de las que no está convencido y finalmente debe dar la cara por su ejecución, cuando en realidad se hace evidente una persecución política, porque en sus columnas e investigaciones ha denunciado los actos de corrupción que existen en la administración pública estatal, motivo por el cual el gobierno, probablemente el gobernador también, ya no tuvieron más remedio que acusarla de delitos prefabricados, violando su labor profesional la libertad de prensa, y su derecho a la expresión.

La persecución política es una constante en la administración de la entidad desde hace más de cuatro años, se fabrican delitos y se inventan delincuentes, la causa es no alabar al gobierno estatal y cuestionar lo que hace mal, que es la labor de todo periodista que se digne de serlo.

 

 

En un par de días se conocerá la saña de la que es capaz del gobierno de Cuitláhuac García Jiménez, contra la población que considera que no está a su favor, porque la periodista Guerrero Martínez, conocerá, con precisión los delitos que se le imputan, en el citatorio se le pide que vaya acompañada de su abogado defensor como si se tratara de una delincuente.

Claudia Guerrero es una incansable buscadora de la verdad, con una gran experiencia en el medio y acuciosa investigadora, de tal suerte que no puede pensarse que en sus textos haya fantasías o malas intenciones. Publica lo que conoce y de lo que tiene pruebas, testigos, testimonios, evidencias.

Claudia acaba de recibir el doctorado en Ciencias de la Comunicación, producto y muestra de su esfuerzo permanente de superación, en un lugar que no se resignó al nombre que tiene en la cúspide del periodismo sino que sabe que hay metas por conquistar y delitos públicos que denunciar, es por ello que es calificada como peligrosa para las instancias corruptas de la administración pública, principalmente de Veracruz.

La costumbre de violentar la misión de informar ha caracterizado a la actual administración pública, donde probablemente el menos culpable sea el gobernador de la entidad pero es el más manipulable, él sólo da la cara y recibe los golpes que provocan las agresiones de sus cercanos colaboradores que actúan instintivamente contra la población, pero sobre todo, contra los informadores.

Ahora, se le obliga a Claudia Guerrero a presentarse a declarar por falsas imputaciones o presuntas investigaciones sucedidas años atrás para activar un plan fabricado y detener a la periodista veracruzana, para impedir publicaciones por desvíos de recursos, por sólo nombrar algunos de los temas que ha denunciado públicamente la comunicadora.

Ante esta situación la periodista veracruzana y Premio Nacional de Periodismo 2015 pide apoyo al gremio periodístico nacional para apoyar a comunicadores perseguidos por un gobierno corrupto y un permanente agresor en la actividad periodística, principalmente si se trata de mujeres.

Hay antecedentes de los malos tratos del gobernador con las mujeres periodistas, todavía está en la memoria de los mexicanos aquel regaño que injustificadamente dio, a grito abierto, a una periodista cuando le cuestionaba sobre la permanencia en los penales del estado, de los reos acusados de ultrajes a la autoridad. O aquel día en el que dejó con la mano extendida a Claudia Guerrero, cuando intentó saludarlo en un gesto de cortesía. Son muchos los casos que señalan a Cuitláhuac como un agresor de género que bien podrían conformar un expediente penal en su contra.

Las investigaciones de Claudia trascendieron las fronteras del país al protagonizar un programa televisivo, en TV azteca, en una serie de periodistas guerreras que denunciaron varios hechos de corrupción en el país. Siendo la primera de la serie la periodista veracruzana.

También debe resaltarse su coautoría de los libros “Entre políticos y rufianes”, y, “Sí merezco abundancia”, con Isabel Arvide, quien también a través de su columna Sin Gafete, denuncio un sinnúmero de arbitrariedades en el país a lo largo de varias décadas.

Hablar de Claudia Guerrero es hablar de una vida dedicada a la denuncia, a la búsqueda de la verdad, a la precisión en la investigación que no merece ser limitada por nadie ni por nada.

La actitud de Cuitláhuac García y su grupo de iletrados no sólo lastima a Claudia, a la libertad de expresión sino al estado de Veracruz, a la democracia y a México.

La agresión gratuita contra las mujeres debe ser sancionada, provenga de donde provenga. Esta violencia seguramente levantará la indignación de los periodistas de todo el país.

 

PEGA Y CORRE

Entre los cambios que sufrirá la revista semanal Proceso está la de ser una revista mensual. Desde que los nuevos propietarios no supieron conservar el rigor periodístico, ni la calidad de las investigaciones, menos aún el apego a la realidad, la decadencia se mostró ante todos.

 

Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes

 


 

 

 

 

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