COLUMNISTAS

Corrupción invade caminos de Veracruz

ALMA GRANDE

Por Ángel Álvaro Peña

La afición por llevar a cabo el año de Hidalgo de algunas áreas del gobierno estatal no puede esconderse, es más, puede afirmarse que exhiben sus actos de extorsión como muestra de superioridad frente a la población.

La impunidad a la que están acostumbrados los funcionarios públicos a pesar de la recomendación de sus líderes de no robar, no traicionar y no mentir. En Veracruz pareciera que son los mandamientos de la ley del más corrupto. Porque mienten, roban y traicionan.

El problema es que esa impunidad sigue, y si no hay castigo es como una invitación a seguir celebrando el Año de Hidalgo. El colmo de la delincuencia con uniforme lo protagonizan los integrantes de la Policía Estatal de Tránsito que crea sus propios retenes para robar, no es otra la palabra porque su práctica lo comprueba a toda hora.

La policía de Tránsito Municipal de Tuxpan actúa sin consideración, ni de la población ni de la trayectoria de las más altas autoridades del municipio, que han recibido premios por el reconocimiento de su labor en materia de seguridad y confianza entre la población. Al mando de Aldo Hernández Betancourt, director de Tránsito Municipal, sus policías se han dado a la tarea de extorsionar a familias en los diferentes caminos, calles y avenidas de ese puerto.

La extorsión de los uniformados, tanto de Tránsito Municipal y Tránsito Estatal impiden el libre desarrollo del turismo, que es una de las actividades más sólidas de la ciudad, y en lugar de alentarlo, desmotivan a los turistas a regresar.

Esos policías se colocan en puntos estratégicos, lugares obligados donde deben pasar los conductores para extorsionarlos, se llega a grado tal que la población denuncia a estos policías ante la Guardia Nacional, por los excesos que cometen contra los automovilistas, principalmente contra los taxistas, quienes son las principales víctimas de los uniformados que están bajo las órdenes del subsecretario de Administración y Finanzas, Eleazar Guerrero Pérez, quien se anda metiendo en los asuntos de todas las áreas de gobierno, a grado tal que los veracruzanos aseguran que es el poder detrás del trono.

Eleazar Guerrero Pérez

Es el primo incómodo del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, quien parece darle luz verde a su familiar en todo lo que hace, porque los excesos no sólo se extienden a todo el estado sino que crecen en intensidad y ya son considerados una plaga en la entidad, porque no hay camino donde no se encuentren los policías de Tránsito Estatales, quienes seguramente tienen que cubrir una cuota para su gran jefe Guerrero Pérez, quien ha dado cátedra de corrupción en Veracruz, su conocida práctica del nepotismo, con un hijo en la subsecretaría de Vinculación Institucional de la Secretaria de Seguridad Pública, desde donde son dadas las órdenes a los uniformados para asaltar a la población.

Nitzia Guerrero Barrera

Pero la sed de poder y dinero de Eleazar Guerrero Pérez no se detiene ahí, también colocó a su hija Nitzia Guerrero Barrera, como directora de Atención a la Población Vulnerable del Sistema Estatal de Desarrollo Integral de la Familia, puesto que ha sido cuestionado precisamente contra la mano que impone cargos y encargos, puestos y presupuestos.

A la entrada de Tuxpan se colocan en caminos federales, varias patrullas de Tránsito Estatal, para pedir dinero a los conductores, sin mediar infracción, los uniformados amedrentan a los ciudadanos que quieren ingresar a esa ciudad, por el único camino de acceso por tierra que tiene, de tal manera que se convierte en un peaje de delincuentes que impide el paso, pero tratando de dar a entender que se trata de una orden proveniente del municipio, cuando, en realidad el alcalde de ese puerto ha realizado esfuerzos extraordinarios en la lucha contra la corrupción.

Cuitláhuac García Jiménez

Los medios de todo el país están alarmados por la frecuencia de delitos que comete esta policía contra la población y se llega al extremo de invitar en sus contenidos a denunciar el número de patrullas, así como los nombres de los uniformados corruptos, y convocan a que se pida auxilio a la Guardia Nacional para que proteja los bienes e intereses de los veracruzanos.

Con quienes se ensañan los uniformados es con los trabajadores del volante que aseguran que solo trabajan para mantener el vicio de los policías, porque los amenazan con quitarles sus permisos para no volver a trabajar nunca más. Se han tomado evidencias de la patrulla SP 3931, tomadas por un medio local, donde puede apreciarse que la Guardia Nacional llega para desalojar de ese “retén” a los miembros de esa policía.

Jorge Alberto Vargas Chavelo

Así como estas anomalías, propias de la barbarie de la corrupción donde pareciera que la consigna de la Cuarta Transformación es robar a manos llenas, por lo menos en Veracruz, algunos ciudadanos consideran que por el simple hecho de que las policías se coloquen en los diferentes municipios del estado, forman parte del Ayuntamiento local, cuando son las fuerzas estatales las que hacen de las suyas, como es el caso de Jorge Alberto Vargas Chavelo, Jefe de la Oficina Operadora de CAEV en Tuxpan, quien en complicidad con Julio Reyes Vázquez, enlace regional de la CAEV en la zona norte, negocian con el suministro de agua en la localidad, y callan cuando algunos de los tuxpeños responsabilizan de la falta del vital líquido al presidente municipal, quien ya previó este tipo de anomalías y garantiza el agua para todos y cada uno de los habitantes de ese lugar.

Julio Reyes Vázquez

La estructura de gobierno de Veracruz está diseñada para atacar al ciudadano, no protegerlo. La delincuencia está feliz en el estado porque mientras se enfrenten policías contra policías ellos tienen el camino libre para realizar todo tipo de delitos, desde el asesinato hasta el secuestro, teniendo la impunidad garantizada, porque al no haber pruebas ni testigos, ni policías honestos, ellos tienen la facilidad de seguir cometiendo delitos sin posibilidad de ser castigados.

PEGA Y CORRE.- Una muestra de que se rompió el Frente Amplio por México es el hecho de que cada partido que lo integra lanza su propio candidato a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, Santiago Taboada, Adrián Rubalcaba y Luis Espinosa se registraron en las sedes del PAN, PRI y PRD, respectivamente. Todos dicen que son apoyados por los partidos integrantes de la alianza opositora. No se entienden ni ellos mismos… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.

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